Ojos que se pierden en el atardecer, visión que se nubla a la hora exacta…Días sin horas, hora sin sombra, ¿Sombra?, cómo que sin sobra, sí ella es nuestra fiel acompañante, es quien camina al lado de nosotros sin molestarnos, es una luz callada que siempre está pero que no necesariamente la vemos, los otros tal vez sí…en fin…cuerpo cansado que ya no la extraña, porque sabe que a esta hora justamente ella descansa mientras nuestra vida nocturna comienza, un cuerpo cansado de la monotonía del día, que espera justamente a esta hora con todas las ansias pero teniendo muy presente que rápidamente será otra mañana.
Una Ciudad que sin sol pierde el sentido del tiempo, si una mañana está nublada y el sol no aparece, creemos que son a penas las 8 am, pero mientras estamos encerrados en aulas u oficinas, el tiempo sigue corriendo hasta llegar nuevamente a las 6 de la tarde, de la noche o ¿De qué?
A las seis comenzamos de nuevo, han pasado muchas horas desde que nos levantamos, pero a esta hora nuevamente nos despertamos para beber un derroche de libertad que siempre llega a esta hora, hora en que salimos a vivir.
El 6 es un número que está condenado al desprecio, pero realmente éste nos da la libertad que siempre añoramos. Un número con tapujos, mitos, un número con sentido contrario o no, tiene un significado más allá del numérico, un significado simbólico y atroz que nos lleva en ocasiones a sentir miedo.
Paradójicamente falta 15 minutos para las seis, no de la mañana, de la tarde o de la noche, como quieran llamarlo, él siempre está abierto desprecios o afectos, ya que no puede hablar, por eso el seis es para cada quién como lo quiera ver o sentir.
Satisfactoriamente las seis tiene varios recibimientos según el día: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado o domingo, como es hoy.
Hoy hay silencio, escucho levemente el sonido de un televisor lejano que en ocasiones se le sube el volumen, lentamente mis ojos comienzan a ver diferentes, a veces siento que a esta hora pierdo un poco de visión ya que se me dificulta reconocer las cosas a medianas distancias, a esta hora todo es a medias, no es ni día, ni noche, no hay suficiente luz, pero tampoco hay una oscuridad completa, todavía no llega la fiesta, ni el trabajo, no es ni mañana, ni tarde.